Motivación Equivocada

Un domingo, una madre y su pequeño hijo estaban caminando a su auto después de la clase bíblica, cuando el niño repentinamente dijo: “Mamá, no voy a pecar nunca más”. La madre sonrió de alegría, pero luego comenzó a pensar en cuanto a la razón de tal declaración, así que le preguntó al respecto. El niño respondió: “Jesús dijo que si no pecas, entonces puedes arrojar la primera piedra, y yo quiero arrojar la primera piedra”.

—En “Motivación Equivocada” (2008), De Casa a Casa, 13[5]:4.