La ventana sucia

La señora Flores vivía en un complejo residencial de una ciudad grande. Los departamentos estaban muy juntos, y ella podía ver desde su ventana el departamento al frente suyo. En tal departamento vivía otra mujer que se sentaba cada tarde cerca de la ventana para coser o leer.

Después de varios meses, la señora Flores comenzó a notar que la imagen de la mujer a través de la ventana se hacía borrosa, y ella se preguntaba por qué su vecina no había lavado sus ventanas; ¡sus ventanas lucían terribles!

Un día soleado la señora Flores decidió hacer una limpieza general de su residencia, incluyendo limpiar sus ventanas por dentro y por fuera; tal vez eso le enseñaría a su vecina a hacer lo mismo. Cuando terminó, se sentó cerca de su ventana para tomar una taza de café y descansar. Para su sorpresa, esta vez pudo ver a su vecina claramente.

En ese momento la señora Flores se dio cuenta y dijo: «Durante todo este tiempo he estado criticando a mi vecina por su ventana sucia, pero ¡realmente la estaba observando a ella a través de mi propia ventana sucia!».