«Hoy los llevaré al circo»

En su libro, Un toque de maravilla, Arthur Gordon recuerda el ejemplo de su padre:

«Cuando yo tenía alrededor de 13 años y mi hermano tenía 10 años, nuestro padre prometió llevarnos al circo. Pero a la hora del almuerzo recibió una llamada telefónica; un asunto urgente requería su atención. Mi hermano y yo nos preparamos para la desilusión. Luego lo escuchamos decir: “No, no podré ir. El asunto tendrá que esperar”. Cuando regresó a la mesa, mi madre sonrió y dijo: “Sabes que el circo regresará, ¿cierto?”. Mi padre respondió: “Lo sé, pero la infancia no lo hará”».