Herencia para el Diablo

Se cuenta la historia de un incrédulo que murió y dejó al diablo su propiedad, una granja. Este no fue un asunto simple para la corte. Ellos llegaron a la siguiente decisión: “Se decide que la mejor manera de hacer realidad el deseo del fallecido es permitir que la granja se llene de mala hierba, que la tierra se deteriore y que la hacienda y el establo se pudran. En nuestra opinión, la mejor manera de dejar algo al diablo es no hacer nada”.

—En “Incluyendo al Diablo en Su Última Voluntad” (2019), De Casa a Casa, 24[1]:7.