El Odio de Dios

Resumen

Los cristianos servimos a un Dios que es perfecto en amor (1 Juan 4:8), pero ¿cómo puede un Dios de amor también odiar?

— Lectura bíblica recomendada: Proverbios 6:16-19

Introducción

I. Cuando algunos escuchan las historias del castigo de Dios en las Escrituras, se horrorizan por lo que perciben como “ataques de ira”.

II. Algunos dicen que servimos a un Dios odioso, pero Juan dice que “Dios es amor” (1 Juan 4:8). ¿Cómo puede un Dios de amor también odiar?

Exposición

I. La Biblia habla de muchas cosas que Dios odia.

A. Dios odia el orgullo, ya que esto guía a la destrucción (Proverbios 16:18; cf. 2 Crónicas 26:16; 32:25; 1 Timoteo 3:6).

B. Dios odia el engaño (Deuteronomio 25:13-16), ya que esto cuesta vidas y almas (Romanos 7:11; 2 Corintios 11:3; 1 Timoteo 2:14).

C. Dios odia el derramamiento de sangre inocente (Éxodo 23:7; Salmos 106:36-43; Jeremías 22:17).

D. Dios odia la división (Malaquías 2:16; 1 Corintios 1:10-13).

E. Dios odia la idolatría (Deuteronomio 12:31; 16:21-22).

II. Algunos escogen odiar a Dios; nosotros debemos escoger odiar el pecado.

A. Algunos odian a Dios (Romanos 1:30).

B. Pero no se debe culpar a Dios de nuestras desgracias; se debe culpar al pecado (Génesis 3:16-19; Santiago 1:13-14).

C. Debemos saber que Dios odia y castiga el pecado ya que ama al hombre (Hebreos 12:1-11).

D. Como cristianos, no debemos hacer alianzas con aquellos que odian a Dios (cf. 2 Crónicas 19:2; 6:14-18).

E. Tampoco debemos aprobar la práctica de cosas que el Señor odia (Romanos 1:32).

III. Lo cierto es que Dios es amor.

A. Dios nos amó primero (1 Juan 4:19).

B. Él nos amó cuando éramos Sus enemigos (Romanos 5:6-10).

C. Nos amó tanto que estuvo dispuesto a adoptarnos (Juan 1:11-12; Romanos 8:14-16; Efesios 1:5).

D. Nos amó tanto que dio a Su propio Hijo para morir por nosotros (Juan 3:16; 1 Juan 4:9-10).

Conclusión

I. Israel amó todo lo que Dios odia (Isaías 59:1-8), y Dios lo juzgó por su iniquidad (vss. 9-19), pero también prometió enviarle un Redentor (vss. 20-21).

II. ¿Escogerá amar a Dios, Quien lo ama tanto, o escogerá amar las cosas que Él odia y que guían a la condenación eterna?