El Fin de la Historia

Lectura bíblica recomendada: 1 Corintios 15:24-26

Introducción

I. Parece que algunas historias pueden tener solamente una clase de final, pero hay otras historias que pueden haber tenido un final diferente.

II. Hay muchas historias bíblicas que no tuvieron que terminar de la manera terrible que lo hicieron.

Exposición

I. Jerusalén no tuvo que enfrentar el destino que enfrentó.

A. Los habitantes de Jerusalén siempre se sintieron seguros de que su ciudad nunca caería (2 Samuel 5:6; Lamentaciones 4:2-3; Jeremías 7).

B. La ciudad no tuvo que caer en manos de Nabucodonosor (Jeremías 3:12-19), pero esto sucedió a causa de la desobediencia del pueblo.

C. Debido a su indisposición de escuchar, la ciudad cayó otra vez bajo Tito y sus legiones romanas (cf. Mateo 24).

II. Si la historia de su vida no está yendo bien, esto no significa que deba terminar de tal manera.

A. A diferencia de la historia de Lot, sobrino de Abraham (Génesis 19), su historia no tiene que terminar en vergüenza.

B. El relato del ladrón en la cruz muestra que su historia no tiene que terminar en perdición (Lucas 23:39-43), sin importar lo terrible que haya sido en el pasado.

C. En vez de permitir que su historia termine en suicidio como la de Judas (Mateo 27:3-5), puede terminar en honor como la de Pedro (Juan 21:19).

Conclusión

I. ¿Qué sucediera si su historia terminaría hoy? ¿Tendría un final feliz? ¿Animaría e inspiraría a otros?

II. Incluso si las cosas no están yendo bien en su vida ahora mismo, usted puede llegar a Jesús y permitirle que escriba un mejor final para su historia.