¿Qué edad deben tener los hijos de los diáconos?

Resumen

Los diáconos deben administrar competentemente a su familia, lo cual incluye a sus hijos. Pero ¿qué edad deben tener?

Pregunta

«He observado que los comentaristas no lidian con este aspecto de los requisitos de los diáconos en la iglesia: ¿Qué edad deben tener los hijos de los diáconos?».

Respuesta

La frase en cuanto a los ancianos: «que gobierne bien su casa» (1 Timoteo 3:4) y la frase en cuanto a los diáconos: «que gobiernen bien sus hijos y sus casas» (1 Timoteo 3:12) emplean las mismas palabras griegas. En este aspecto, los requisitos para los ancianos y los diáconos parecen ser los mismos. Sin embargo, la referencia al requisito de los ancianos es modificada por las frases: «que tenga a sus hijos en sujeción con toda honestidad» (1 Timoteo 3:4) y «tenga hijos creyentes» (Tito 1:6). Sin duda, al menos uno de los hijos de un anciano debe tener la edad suficiente para obedecer al Evangelio de Jesucristo y demostrar la sumisión requerida ante el padre de la familia; esto implica una edad relativa para los hijos de los ancianos.

Por otra parte, estas dos frases anteriores no aparecen en los requisitos para los diáconos; simplemente leemos que deben gobernar «bien sus hijos y sus casas». No hay implicación de que sus hijos deban haber llegado a una edad para obedecer al Evangelio.

Varias versiones bíblicas traducen 1 Timoteo 3:12 de la siguiente manera: «que gobiernen bien sus hijos y sus casas» (RVR1960); «que gobiernen bien sus hijos y sus propias casas» (LBLA); «y saber gobernar bien a sus hijos y su propia casa» (DHH); «debe saber gobernar a sus hijos y a su familia» (NBV); «y gobernar bien a sus hijos y su propia casa» (NVI); «y dirigir bien a sus hijos y su hogar» (PDT); «que sepan gobernar a sus hijos y a sus propias casas» (BLP). El énfasis es en el padre en vez de en los hijos. De ser así, la edad de los hijos de los diáconos no es relevante.

Tanto los ancianos y los diáconos deben ser «administradores capaces de sus propias familias»,[1] pero, especialmente, se requiere que los ancianos tengan hijos que hayan llegado al cristianismo y que sean fieles. Wuest traduce la porción de 1 Timoteo 3:12 de la siguiente manera: «gobernando sus hijos y sus propias familias de una manera elogiable».[2] El énfasis aquí es en la capacidad del padre y esposo, e indirectamente en la respuesta de los miembros del hogar.

Los diáconos no son ancianos menores, sino que tienen roles bíblicos diferentes a los de los ancianos. Ellos no son principalmente líderes, sino siervos que se especializan en las responsabilidades físicas a las cuales se les ha asignado. Los diáconos no «gobiernan» la iglesia local como lo hacen los ancianos (Hebreos 13:7, 17). Por tanto, no es una sorpresa que los requisitos de los ancianos y de los diáconos varíen en cierto grado en cuanto a la edad de sus hijos. Los hijos de los ancianos deben ser lo suficientemente maduros para haber obedecido al Evangelio y llegar al cristianismo. Los ancianos deben gobernar a su familia, incluyendo a sus hijos que han llegado a una edad de responsabilidad personal ante sus padres y Dios. Los diáconos deben administrar competentemente a su familia, lo cual incluye a su esposa y a sus hijos de cualquier edad. Nosotros podemos tener una opinión en cuanto a la edad de los hijos de los diáconos, pero ya que no tenemos información bíblica adicional al respecto (como frases que modifiquen o aclaren los requisitos en cuanto a los hijos), no debemos establecer mandamientos que la Biblia no ha establecido (1 Corintios 4:6).

[1] Comentario de conocimiento bíblico: Nuevo Testamento [Bible knowledge commentary: New Testament] (Colorado Springs, CO: Cook Communications Ministries, 2000).

[2] Kenneth S. Wuest, El Nuevo Testamento: Una traducción expandida [The New Testament: An expanded translation] (Grand Rapids, MI: Eerdmans, 1961).