«¡Esa es simplemente su interpretación!»

Resumen

Hay cosas que no podemos saber ya que Dios no ha escogido revelárnoslas, pero podemos saber lo que Él quiere que sepamos.

¿Qué quiere decir la gente cuando declara: «Esa es simplemente su interpretación»? Ellos quieren decir: «Usted tiene su punto de vista de lo que un pasaje bíblico significa, y yo tengo mi propio punto de vista. ¿Quién tiene el derecho de decir que el mío es incorrecto y el suyo es correcto?». Para confundir la situación incluso más, parece que hay «autoridades» supuestamente sinceras en cada lado de casi todo tema bíblico. Pero pensemos en esta noción por un momento.

Dios nos ha dado una revelación escrita con la intención de que pueda ser entendida correctamente. Esto significa que, para cada enseñanza, hay un significado que Dios quiso transmitir; es nuestra tarea llegar a la interpretación correcta. Jesús dijo: «y conoceréis la verdad, y la verdad os hará libres» (Juan 8:32). Pablo escribió: «Os ruego, pues, hermanos, […] que estéis perfectamente unidos en una misma mente y en un mismo parecer» (1 Corintios 1:10). Pedro escribió: «Si alguno habla, hable conforme a las palabras de Dios» (1 Pedro 4:11). Pablo insistió en que debemos usar «bien la palabra de verdad» (2 Timoteo 2:15). Cuando Pedro escribió que «ninguna profecía de la Escritura es de interpretación privada» (2 Pedro 1:20), verificó el hecho de que incluso los voceros inspirados de Dios no expresaron sus propios enfoques, opiniones o interpretaciones; en cambio, simplemente transmitieron los enfoques de Dios.

Por tanto, no hay tal cosa como «mi interpretación» y «su interpretación». Solamente existe el significado de Dios, y con el estudio adecuado y el razonamiento correcto, podemos llegar a la verdad de cualquier tema que es vital para nuestro bienestar espiritual.[1] En vez de encoger los hombros ante los enfoques conflictivos sobre varios temas y descartar las diferencias religiosas como irrelevantes o casos perdidos, podemos y debemos estudiar e investigar el Libro de Dios (Hechos 17:11; 1 Tesalonicenses 5:21). Debemos evitar interpretar y usar incorrectamente las Escrituras (2 Corintios 4:2; 2 Pedro 3:16). Debemos considerar cuidadosamente cada lado de todo tema (1 Juan 4:1; Proverbios 14:15). Debemos tener cuidado de la manera en que oímos (Lucas 8:18); i. e., asegurarnos de que nuestro corazón sea honesto ante la verdad (Lucas 8:15). Debemos darnos cuenta de que hay personas que «siempre están aprendiendo, y nunca pueden llegar al conocimiento de la verdad» (2 Timoteo 3:7). Al considerar cuidadosamente el mensaje de la voluntad de Dios, podemos estar seguros de que tenemos la capacidad de llegar al conocimiento de la verdad que Dios quiere que sepamos (1 Timoteo 2:3-4).

[1] Hay muchas cosas que no podemos saber ya que Dios no ha escogido revelárnoslas. Sin embargo, podemos conocer las cosas que Dios quiere que conozcamos.