El Huevo de la Gallina

Un joven escéptico dijo a una mujer anciana: “Antes creía en Dios, pero desde que estudio ciencia estoy convencido de que Dios es una palabra vacía”. La mujer contestó: “Bueno, yo no he estudiado ciencia, pero ya que tú lo has hecho, tal vez puedas decirme de dónde vino este huevo”. Él respondió: “De la gallina, por supuesto”. “¿Y de dónde vino la gallina?”. “Del huevo”. Ella dijo: “Y tal vez me puedas decir cuál vino primero”. El joven respondió: “Desde luego, la gallina”. “¿Quieres decir que la gallina existió sin haber venido de un huevo?”. “Oh, no. Quise decir que el huevo vino primero”. “¿Entonces quieres decir que el huevo existió sin haber venido de una gallina?”. El joven respondió: “Ya me confundió”.

Ella entonces señaló su punto: “Jovencito, ya que no puedes explicar la existencia de incluso una gallina o un huevo sin Dios, entonces no debes esperar que yo crea que puedes explicar la existencia de todo el mundo sin Él”.

—En “En Busca de Fe” (2011), De Casa a Casa, 16[4]:2.