Adaptación del Epitafio

Una mujer viuda requirió el epitafio “Descansa en Paz” para la tumba de su esposo. Cuando después se enteró de que su esposo había dejado su fortuna a su amante, pidió al labrador que cambiara las palabras. Pero esto era imposible; las palabras ya estaban talladas y no las podía cambiar. Entonces ella dijo: “En tal caso, por favor añada: ‘Hasta que Nos Volvamos a Ver’”.

—En “Adaptación del Epitafio” (2006), De Casa a Casa, 11[3]:4.