Un verdadero vecino

Resumen

Dios nos ha dado muchas oportunidades para ganar almas para Cristo. Comencemos esta labor siendo verdaderos vecinos.

— Lectura bíblica recomendada: Proverbios 27:10

Introducción

I. Hay personas que viven alrededor nuestro, a quienes llamamos «vecinos». Algunos pueden ser amigables, pero otros pueden ser difíciles de amar.

II. La Biblia dice que «[m]ejor es el vecino cerca que el hermano lejos» (Proverbios 27:10).

III. ¿Qué clase de vecinos somos? ¿Tiene el cristiano responsabilidades ante sus vecinos?

Exposición

I. Un verdadero vecino ama.

A. Nuestros vecinos también son nuestros prójimos, así que debemos amarlos (Mateo 22:39).

1. El amor es la expresión y acción que se realiza a favor del prójimo (cf. 1 Corintios 13:1-8).

2. Cuando Jesús dijo: «como a ti mismo», fijó el estándar de tal amor.

B. Jesús ilustró el amor al prójimo en la parábola del buen samaritano (Lucas 10:30-37). Al concluir, dijo: «Ve, y haz tú lo mismo» (vs. 37).

C. ¿Cómo puedo demostrar amor a mis vecinos?

1. Predicándoles la Palabra (Marcos 1:38).

2. Extendiéndoles compasión (Marcos 6:34).

3. Siendo pacientes (Lucas 11:5-8).

II. Un verdadero vecino socorre.

A. Deuteronomio 22:1-4 expresa una ley de ayuda mutua para con los vecinos.

1. Si alguien encontraba al animal extraviado de su vecino, sea cercano o lejano, debía regresarlo a él, o protegerlo hasta que el vecino llegara a buscarlo.

2. Un verdadero vecino es leal, honesto y responsable con la propiedad ajena.

B. Un verdadero vecino ofrece ayuda y ánimo (Isaías 41:6).

C. Un verdadero vecino socorre dejando a un lado el egoísmo y la envidia (Éxodo 20:17).

D. Por otra parte, Edom, vecino y hermano del pueblo de Israel, se gozó en el sufrimiento de Israel, e incluso lo afligió en su calamidad (Abdías 1:10-14).

III. Un verdadero vecino no calumnia.

A. Él defiende la reputación de su prójimo (Salmos 15:3).

1. Muchos vecindarios están plagados de chisme y murmuración entre vecinos. Pero un verdadero vecino no se deja influenciar por tal tendencia.

2. Un verdadero vecino nunca dará falso testimonio contra su prójimo (Deuteronomio 5:20).

B. Esto no significa que se deba tolerar o participar en la conducta reprensible de los vecinos (cf. Ezequiel 16:26). Como cristianos, debemos ayudar a nuestros vecinos a llegar a la conversión en Cristo.

C. En este punto, nuestra responsabilidad con nuestros vecinos incluye:

1. Promover la paz entre ellos (cf. Proverbios 6:19).

2. Influenciarlos a lo bueno (Romanos 15:2).

3. Hablarles con palabras de gracia (Colosenses 4:6).

IV. Un verdadero vecino no abusa de su prójimo.

A. Proverbios 25:17 prohíbe el abuso contra el prójimo.

1. Es posible que necesitemos la ayuda de nuestros vecinos, pero no debemos incomodarlos todo el tiempo.

2. Debemos respetar el tiempo y las ocupaciones de nuestros vecinos.

B. Por otra parte, aquí hay algunos puntos prácticos para ser de beneficio para ellos (cf. Hechos 20:35).

1. Saludémoslos cuando los veamos en las mañanas o en las tardes (cf. Filipenses 4:5).

2. Devolvamos a tiempo lo que prestamos de ellos, o las posesiones de ellos que se extravían y encontramos.

3. No nos estacionemos en frente de la entrada de sus casas, o pidamos permiso de necesitar hacerlo.

4. Compartamos nuestras bendiciones materiales con ellos.

Conclusión

I. Dios nos ha dado muchas oportunidades para ganar almas (Proverbios 11:30). Comencemos esta labor siendo verdaderos vecinos.

II. Tratemos a nuestros vecinos como queremos ser tratados (Mateo 7:12).