Un Sacrificio Vivo: La Venganza

Resumen

Al traer nuestra ofrenda a Dios, debemos sacrificar la venganza y permitir que Dios sea Quien ponga las cosas en orden.

Lectura bíblica recomendada: Romanos 12:1-2

Introducción

I. Los mandamientos de Pablo en cuanto al sacrificio vivo que debemos ofrecer son completamente opuestos al pensamiento de este mundo.

II. Cumplir estas directivas inspiradas tendrán un alto precio, pero esto es exactamente lo que constituye un sacrificio.

Exposición

I. Debemos estar dispuestos a sacrificar el espíritu de la venganza.

A. Debemos estar dispuestos a bendecir a aquellos que nos persiguen (Romanos 12:14; cf. Mateo 5:44; Hechos 7:60; 2 Timoteo 4:14,16; 1 Pedro 2:23).

B. Dios quiere que lloremos con los que lloran—sin importar quiénes sean los que lloren (Romanos 12:15; cf. Proverbios 24:17-18; Mateo 5:46).

C. Debemos hacer nuestro mayor esfuerzo de vivir en armonía con todos (Romanos 12:16,18).

D. No debemos buscar la honra personal o la humillación de otros (Romanos 12:16; cf. Lucas 14:7-14; Filipenses 2:5-11).

E. En cambio, debemos vencer el mal con el bien (Romanos 12:21).

II. Debemos aprender a dejar las cosas en las manos poderosas de Dios.

A. Tomar venganza es tomar algo que pertenece solamente a Dios (Romanos 12:19; cf. Deuteronomio 32:35).

B. Frecuentemente Dios emplea a Sus propios agentes en este mundo para poner las cosas en orden (Romanos 13:4; cf. Habacuc 1:1-17).

C. Debemos confiar en que Dios pondrá todas las cosas en orden al final (Habacuc 2:4,20).

Conclusión

I. Frecuentemente las ofrendas que Dios requiere son costosas; por esta razón se les llama sacrificios.

II. Si está listo para dar su ofrenda, hay lugar en el altar, y Dios está esperándole para bendecirle.