Un Sacrificio Vivo: La Libertad Personal

Resumen

Nuestro sacrificio vivo incluye el ofrecimiento de lo que puede ser el regalo más costoso de todos: nuestra libertad.

Lectura bíblica recomendada: Romanos 12:1-2

Introducción

I. Cuando Pablo mandó a los hermanos a presentar sus cuerpos como sacrificios vivos, les prohibió conformarse al mundo.

II. La última ofrenda que llamó a ofrecer puede ser la más costosa.

Exposición

I. Ciertamente Pablo no estuvo en contra de la libertad personal.

A. Como fariseo, Pablo había dejado atrás una forma de vida que se centraba en regulaciones de manufactura humana (cf. Mateo 12:1-2; 15:1-2; 23:1-4).

B. Frecuentemente Pablo insistió en que los cristianos debían defender su libertad en Cristo (Gálatas 1:6-9; 2:4; 5:1-4).

C. Nuestra libertad en Cristo merece ser defendida ya que nos fue dada a un precio muy alto (Gálatas 2:21; 5:11-12; 4:16).

II. Algunas veces la más grande libertad que podemos ejercer es el sacrificio.

A. Aunque somos libres, todavía se espera que seamos siervos (Gálatas 5:13-15).

B. Pablo se regocijó en su libertad de la Ley de Moisés, pero hubo tiempos en que se sometió a ella voluntariamente (Hechos 21:17-26; 16:3).

C. Aunque Pablo nunca permitió que los hombres dictaran los términos de la salvación o conducta, se incomodó voluntariamente para ayudar a ganar a los perdidos a Cristo (Romanos 14:14-15; 1 Corintios 8:9-13).

D. Esto no significa que siempre debemos someternos a todo capricho de personas contenciosas entre nosotros (Romanos 14:22).

E. Sin embargo, podemos rendir voluntariamente ciertos derechos para rescatar a los “débiles” (1 Corintios 9:19-22).

Conclusión

I. Pablo nos llama a ofrecer lo que puede ser el regalo más costoso y más difícil de todos: nuestra libertad personal.

II. Este es un regalo costoso. ¿Está dispuesto a ofrecerlo?