La iglesia del Nuevo Testamento: El ministerio de los santos

Resumen

Así como el cuerpo físico tiene muchos miembros que trabajan unidos, el cuerpo de Cristo debe trabajar de la misma manera.

— Lectura bíblica recomendada: Efesios 4:11-16

Introducción

I. En las lecciones pasadas, hemos visto el rol, la función y los requerimientos de los ancianos, los diáconos y los evangelistas en la iglesia.

II. En esta lección consideraremos el propósito de cada cristiano.

Exposición

I. La perfección para el ministerio.

A. E término «perfección» (Efesios 4:12) tiene connotaciones importantes:

1. Se relaciona al arreglo o la restauración de algo que ha caído o ha sido destruido (Mateo 4:21; Gálatas 6:1).

2. Se relaciona a la satisfacción de las necesidades (1 Tesalonicenses 3:10; Hebreos 13:20-21; 1 Pedro 5:10).

B. El contexto de Efesios 4:12 revela la fuente de tal perfección.

C. Todo cristiano debe ministrar en la iglesia, a la iglesia y de parte de la iglesia.

II. La unidad en la fe y el conocimiento de Cristo.

A. Frecuentemente la «fe» hace referencia a la suma de la voluntad de Cristo en vez de a la fe personal (cf. 2 Corintios 13:5; Gálatas 1:23; 1 Timoteo 3:9; 5:8; Judas 3).

B. Los versículos 14-15 revelan que este es el significado de la fe en el versículo 13:

1. El conocimiento del Hijo de Dios es un asunto de enseñanza o doctrina.

2. La amenaza era las doctrinas engañosas humanas que se estaban extendiendo.

3. La verdad que se declara con amor produce madurez cristiana mientras crecemos en Aquel que es la Cabeza (cf. Efesios 4:24; Romanos 8:29; 2 Corintios 3:18).

C. Solamente la verdad puede libertarnos del pecado (Juan 8:31-32) y santificarnos para el servicio a Cristo (Juan 17:17).

D. Debemos estar unidos en la verdad de la Palabra de Dios (1 Corintios 1:10; Efesios 4:1-6).

III. La unidad de todos los miembros que desarrollan al cuerpo en amor.

A. Los ancianos, los diáconos y los evangelistas trabajan para la edificación de los santos en el ministerio.

B. El ministerio de todos los santos es edificar al cuerpo, con el fin de alcanzar la unidad de la fe mencionada anteriormente.

C. Tal unidad se fundamenta en nuestra conexión con Cristo como Cabeza (vs. 16; Colosenses 2:19).

D. Esta unidad hace referencia a lo que une y da fuerza a una edificación (cf. Efesios 2:21), o a una coyuntura en el cuerpo, como en el versículo 16.

E. Cuando cada miembro hace su trabajo, el cuerpo se desarrolla.

Conclusión

I. Así como nuestro cuerpo tiene muchos miembros que trabajan en unidad, el cuerpo de Cristo debe hacer lo mismo.

II. Como en el caso de nuestro cuerpo físico, no debemos permitir que ningún miembro se pierda.

III. Arraiguémonos a la Cabeza con el propósito de cumplir nuestro rol en Su cuerpo.