A Su Imagen

Resumen

Nunca seremos tan santos, misericordiosos o perfectos como Dios, pero debemos fijar estas virtudes como metas de vida.

— Lectura bíblica recomendada: Mateo 5:48

Introducción

I. Génesis revela que Dios creó al hombre del polvo de la tierra a Su propia imagen y semejanza (1:26-27; 2:7).

II. Nuestra meta debería ser tratar de ser más como nuestro Creador.

Exposición

I. Los hijos suelen seguir las pisadas de sus padres.

A. La Biblia habla de muchos reyes que siguieron el camino de sus padres (1 Reyes 15:3,26; 2 Reyes 15:3,9).

B. Jesús hizo las cosas que vio de Su Padre (Juan 5:17-21).

II. Llegamos a ser más como Dios cuando aprendemos a amar como Él ama.

A. El amor es parte de la naturaleza de Dios (1 Juan 4:8).

B. Para ser como Él, debe amar a su hermano (Mateo 5:21-24).

C. Incluso debe amar a sus enemigos (Mateo 5:43-47).

III. Llegamos a ser más como Dios cuando cumplimos nuestra palabra.

A. Dios siempre ha cumplido Su palabra (Deuteronomio 4:23,31).

B. Si deseamos ser como Él, todos deben conocernos como hombres y mujeres que cumplan su palabra (Mateo 5:33-37).

C. También debemos honrar nuestro pacto matrimonial (Mateo 5:27-32).

IV. Llegamos a ser más como Dios cuando perdonamos a otros.

A. Dios está dispuesto a perdonar todos nuestros pecados (1 Juan 1:9).

B. Si nuestro Padre está dispuesto a perdonarnos, nosotros también deberíamos estar dispuestos a perdonarnos mutuamente (Mateo 6:12-15; 18:21-35).

Conclusión

I. La Escritura nos insta frecuentemente a ser más como el Dios que servimos (Mateo 5:48; Lucas 6:36; 1 Pedro 1:16).

II. Obviamente, nunca seremos tan santos, misericordiosos o perfectos como Dios, pero cuando fijamos tales virtudes como nuestras metas, otros verán las cualidades perfectas de nuestro Dios que se reflejan en nosotros (Mateo 5:13-16).