¿Todo Va a un Mismo Lugar?

Pregunta:

“La Biblia enseña que hay vida después de la muerte para los seres humanos—a diferencia de los animales. Entonces, ¿cómo se puede armonizar la declaración de Salomón de que todo (el hombre y el animal) va a un mismo lugar?”.

Respuesta:

Por mucho tiempo Eclesiastés ha sido un libro difícil de entender. Muchos han creado doctrinas falsas debido a la aplicación errónea de sus lecciones. A primera vista, parece alarmante lo que Salomón dice en cuanto a lo que sabemos de la muerte del hombre y el animal:

Dije en mi corazón: Es así, por causa de los hijos de los hombres, para que Dios los pruebe, y para que vean que ellos mismos son semejantes a las bestias. Porque lo que sucede a los hijos de los hombres, y lo que sucede a las bestias, un mismo suceso es: como mueren los unos, así mueren los otros, y una misma respiración tienen todos; ni tiene más el hombre que la bestia; porque todo es vanidad. Todo va a un mismo lugar; todo es hecho del polvo, y todo volverá al mismo polvo. ¿Quién sabe que el espíritu de los hijos de los hombres sube arriba, y que el espíritu del animal desciende abajo a la tierra? Así, pues, he visto que no hay cosa mejor para el hombre que alegrarse en su trabajo, porque esta es su parte; porque ¿quién lo llevará para que vea lo que ha de ser después de él? (Eclesiastés 3:18-22, énfasis añadido).

¿Cómo pudo Salomón concluir que los hombres no son más que las bestias? ¿Es cierto que si Fido y el dueño de Fido mueren en un accidente, nadie supiera quién va arriba y quien va abajo? ¿Realmente todo va a un solo lugar?

La clave para hallar sentido a lo que Salomón dijo es considerar el contexto: el hecho que él estuvo considerando las cosas desde el enfoque de todo lo que sucede “debajo del sol” (e.g., Eclesiastés 1:3; 9:13)—el enfoque de la vida sin la revelación de Dios. Según el enfoque “debajo del sol” estrictamente humano, cuando un hombre y un animal dan su último suspiro, la vida y la existencia de ambos terminan. Ambos van al mismo lugar—la tierra. No hay nada más. Esto es lo que la teoría de la evolución con su enfoque “debajo del sol” enseña.

¡Pero nosotros no necesitamos vivir sin revelación! “[A]hora ha sido manifestada por la aparición de nuestro Salvador Jesucristo, el cual quitó la muerte y sacó a luz la vida y la inmortalidad por el evangelio” (2 Timoteo 1:10). ¡Él vino a dar vida eterna al hombre, quien es creado a la imagen de Dios!