¿Soltero O Casado?

Resumen

Dios instituyó el matrimonio en el principio. Sin embargo, Jesús mismo y el apóstol Pablo fueron solteros. ¿Qué es mejor?

Para muchas personas, el matrimonio es el estado ideal, siempre y cuando los esposos practiquen los principios bíblicos (Efesios 5:22-23). Al comienzo de la historia humana, Dios mismo determinó que el hombre y la mujer fueran compañeros, ayudantes y familiares idóneos (Génesis 2:18,21-24). Dios instruyó al primer esposo y su esposa a propagar la raza humana (Génesis 1:27-28), lo cual no es posible que una sola persona haga. De igual manera, después del Diluvio del tiempo de Noé, Dios dijo a las cuatro parejas que desembarcaron del arca: “Fructificad y multiplicaos, y llenad la tierra” (Génesis 9:1). Otra vez, esto hace referencia a la extensión de familia, lo cual nadie puede hacer solo.

Ambos testamentos de la Biblia tienen muchas referencias a la vida marital. Dios aprueba el matrimonio, pero detesta las relaciones sexuales fuera del matrimonio. “Honroso sea en todos el matrimonio, y el lecho sin mancilla; pero a los fornicarios y a los adúlteros los juzgará Dios” (Hebreos 13:4). El matrimonio es la manera adecuada de lidiar con la atracción natural al sexo opuesto (1 Corintios 7:1-5).

Sin embargo, el apóstol Pablo no solamente fue soltero, sino también recomendó tal estado a otros: “Mas esto digo por vía de concesión, no por mandamiento. Quisiera más bien que todos los hombres fuesen como yo” (1 Corintios 7:6-7). Adicionalmente, el mismo apóstol reconoció que, debido a algunas circunstancias, era mejor al menos por un tiempo que alguien se abstuviera del matrimonio (1 Corintios 7:26). Incluso Jesús reconoció que algunas veces es mejor no casarse (Mateo 19:12). Pero a la misma vez, las parejas que no pueden controlar sus pasiones deben casarse en vez de quemarse con lascivia (1 Corintios 7:9).

La vida de soltería tiene algunas ventajas, como la tuvo en el caso del apóstol Pablo. Además, recuerde que Jesús también fue soltero. Los que se casan tienen responsabilidades familiares que afectarán el tiempo y la devoción que pueden emplear en el reino.

Quisiera, pues, que estuvieseis sin congoja. El soltero tiene cuidado de las cosas del Señor, de cómo agradar al Señor; pero el casado tiene cuidado de las cosas del mundo, de cómo agradar a su mujer. Hay asimismo diferencia entre la casada y la doncella. La doncella tiene cuidado de las cosas del Señor, para ser santa así en cuerpo como en espíritu; pero la casada tiene cuidado de las cosas del mundo, de cómo agradar a su marido. Esto lo digo para vuestro provecho; no para tenderos lazo, sino para lo honesto y decente, y para que sin impedimento os acerquéis al Señor (1 Corintios 7:32-35).

La vida marital es satisfactoria—cuando se disfruta dentro de los parámetros de la Escritura. El evangelismo comienza con nuestra familia, y la conversión final de los hijos contribuye grandemente a la continuación y el crecimiento futuro de las congregaciones locales. Además, se seleccionan a los ancianos y diáconos de entre las familias cristianas (1 Timoteo 3:1-13). Los hombres solteros no califican para el ancianado según el texto del Nuevo Testamento.

Cada persona debe decidir por sí misma si se casará. En cualquier caso, los principios bíblicos deben guiar a los cristianos en su carácter moral, su vida cristiana y su servicio fiel.