“Quiero que Mis Hijos Tengan lo que No Tuve”

Resumen

Estas cosas están constantemente presentes en mi mente cuando pienso: “Quiero que mis hijos tengan lo que no tuve”.

Nací en un hogar humilde. Mi familia no tenía mucho, pero mi padre siempre se aseguró de que tuviéramos suficiente comida. Recuerdo que mi padre decía que quería que sus hijos “tuvieran lo que él no tuvo”.

Mi padre fue un hijo ilegítimo de mi abuelo, un alcalde pudiente de una ciudad en la selva del Perú. Pero después que su joven madre lo dejara y su padre muriera, mi padre perdió toda protección y fue enviado solo, en un viaje de una semana, a la capital para “buscar su vida” a la edad de 11 años. Allí creció con poco, trabajando duro para pagar por sus estudios y otros gastos de vida.

Así que, aunque los hijos de mi padre (nosotros) fuimos pobres, todavía tuvimos lo que él no tuvo; ¡él hizo esto posible para nosotros! Creo que todo padre tiene el mismo deseo para sus hijos. Sin embargo, temo que cuando decimos que queremos que nuestros hijos tengan lo que no tuvimos, nuestros pensamientos usualmente están fijos en lo material.

Hace algún tiempo atrás, mi familia se alistaba para la devocional en la noche. Yo estaba sentado solo en el sofá, y comencé a pensar en todas las cosas que no tuve cuando era niño pero que mis hijas disfrutan. Ellas tienen una casa hermosa, suficiente comida en la refrigeradora, camas cómodas, una gran selección de juguetes y muchas otras cosas maravillosas. Pensé, “Mi padre hubiera estado orgulloso”, y me sentí satisfecho.

Entonces, un pensamiento me golpeó como una roca: “¿Qué acerca de las cosas que realmente importan? ¿Qué acerca de las cosas importantes que no tuve o que tuve? ¿Era suficiente dar a mis hijas las cosas materiales? ¿Estaba perdiendo mi enfoque?

Esa noche decidí que esta expresión tendría un significado diferente para mí. Me comprometí a ser un mejor padre y darles las cosas que realmente necesitaban—sea que las hubiera tenido o no al crecer.

  • ¿Qué acerca del amor (1 Corintios 13)? ¿Estaba siendo insensible con ellas o su madre? ¿Me importaban lo suficiente? ¿Cuál era el verdadero significado del amor?

  • ¿Qué acerca de la paciencia (Santiago 1:4)? Esto era (y es) un punto principal para mí; ¡necesitaba más paciencia con ellas!

  • ¿Qué acerca de la comunicación (Santiago 1:19)? ¡Los hombres no somos buenos para esto! ¿Estaba escuchando lo suficiente a mis hijas? ¿Podían tener una conversación abierta conmigo? ¿Podían decirme lo que les desagradaba de mí? ¿Podían contarme cualquier cosa y toda cosa?

  • ¿Qué acerca del tiempo (Efesios 5:16)? ¿Estaba demasiado ocupado haciendo cosas y actividades sin importancia y les estaba privando del tiempo que necesitaban de mí? ¿Podía pasar más tiempo con ellas, enseñándoles, jugando con ellas, o haciendo cosas memorables con ellas?

  • ¿Qué acerca del liderazgo espiritual (Efesios 6:4)? ¿Estaba mostrándoles claramente el camino? ¿Les estaba enseñando la Palabra lo suficiente para que ellas desarrollaran su propia fe? ¿Tenía mi esposa que empujarme a ser el líder que debía ser por mí mismo?

Estas son algunas de las cosas que quiero dar a mis hijas. De niño, tuve algunas, y necesitaba más de otras. No soy perfecto, y todavía fallo en estas áreas; pero estas cosas están constantemente presentes en mi mente cuando pienso: “Quiero que mis hijos tengan lo que no tuve”. ¿Qué acerca de usted?