¿Qué es el Evangelio de Cristo?

Resumen

El Evangelio es Buenas Nuevas, y declara que, aunque el hombre es pecador y merece la muerte, Dios le ama y desea salvarle.

Pregunta

“He escuchado en cuanto al Evangelio de Cristo? ¿Qué es esto?”.

Respuesta

El tema de todo el Nuevo Testamento es el Evangelio de Jesucristo. Prácticamente cada página provee información sobre el tema. En términos simples, el Evangelio es las “Buenas Nuevas” en cuanto a Jesús. En un tiempo en el cual hay tan pocas noticias buenas, es importante esparcir las Buenas Nuevas de Jesús.

El mensaje del Evangelio es que, aunque el hombre es pecador y merece la muerte, Dios le amó lo suficiente para proveerle salvación. Pablo declaró que “todos pecaron, y están destituidos de la gloria de Dios” (Romanos 3:23), y que “la paga del pecado es muerte” (Romanos 6:23). Sin embargo, el consuelo viene al saber que “la dádiva de Dios es vida eterna en Cristo Jesús Señor nuestro” (Romanos 6:23). Los cristianos son “justificados gratuitamente por su gracia, mediante la redención que es en Cristo Jesús” (Romanos 3:24). La gracia asombrosa de Dios realmente es buenas noticias.

El mensaje principal del Evangelio es la muerte, sepultura y resurrección de Cristo. Cuando Pedro predicó el primer “sermón del Evangelio” después de la resurrección de Cristo en el Día de Pentecostés, habló de “Jesús nazareno, varón aprobado por Dios entre vosotros con las maravillas, prodigios y señales” (Hechos 2:22). Aunque se Le mató, la muerte no pudo vencerle; “[a] este Jesús resucitó Dios” (Hechos 2:32). “Sepa, pues, ciertísimamente toda la casa de Israel, que a este Jesús a quien vosotros crucificasteis, Dios le ha hecho Señor y Cristo” (Hechos 2:36). La gente se compungió, y dijo: “Varones hermanos, ¿qué haremos?” (Hechos 2:37). Pedro les presentó la manera de aceptar las buenas nuevas: “Arrepentíos, y bautícese cada uno de vosotros en el nombre de Jesucristo para perdón de los pecados; y recibiréis el don del Espíritu Santo” (Hechos 2:38). El Evangelio es para “todos los que están lejos” (Hechos 2:39). La iglesia incluiría a judíos y gentiles.

La fe motivó a muchos a obedecer: “Los que recibieron su palabra fueron bautizados; y se añadieron aquel día como tres mil personas” (Hechos 2:41). La iglesia creció rápidamente mientras muchos eran añadidos a ella (Hechos 2:47).

Cristo manda: “Por tanto, id, y haced discípulos a todas las naciones, bautizándolos en el nombre del Padre, y del Hijo, y del Espíritu Santo; enseñándoles que guarden todas las cosas que os he mandado; y he aquí yo estoy con vosotros todos los días, hasta el fin del mundo. Amén” (Mateo 28:19-20).