Preguntas para Dios

Resumen

La pregunta más importante que considerar es la que Dios mismo puede hacer: “¿Está decidido a hacer Mi voluntad?”.

Una edición de la publicación en inglés, USA Today, contiene una encuesta que vale la pena considerar. Se hizo la siguiente pregunta a personas adultas alrededor de los Estados Unidos:

Si pudiera contactar a Dios y hacerle una pregunta directamente, y pudiera recibir una respuesta inmediata, ¿qué preguntaría?

Aquí están los resultados:

El mayor porcentaje (34%) quiso saber: “¿Cuál es mi propósito aquí?”. El Señor ya ha respondido esta pregunta. Nuestro propósito es glorificar a Dios. Por esta razón hemos sido creados (Isaías 43:7). La responsabilidad completa del hombre es temer (reverenciar) a Dios y obedecer Sus mandamientos (Eclesiastés 12:13). No hay razón para la existencia humana aparte de servir al Creador, y en esto podemos encontrar nuestra mayor satisfacción.

El siguiente grupo (19%) estuvo ansioso de preguntar: “¿Viviré después de la muerte?”. Esta es la misma pregunta que Job hizo: “Si el hombre muriere, ¿volverá a vivir?” (14:14). Él luego expresó una afirmación segura y positiva de la existencia futura (19:25et.seq.). Sí, hay vida después de la muerte, y ésta será con el Señor en el cielo o con Satanás en el infierno (Mateo 25:46)—dependiendo de que estemos preparados o no (Mateo 25:1-13).

Otro segmento (16%) quiso saber: “¿Por qué suceden cosas malas?”. Otra vez, la Escritura aborda esta pregunta. Algunas veces los problemas llegan debido a nuestros pecados personales (1 Pedro 4:15). Los problemas también son el resultado de la clase de mundo en que vivimos. Este es un ambiente de leyes naturales. Las leyes naturales son muy beneficiosas, pero podemos sufrir si las quebrantamos. Podemos estar en el lugar equivocado en el momento equivocado (Lucas 13:4-5). Algunas cosas pasan debido al pecado que nuestros antepasados han cometido (cf. Romanos 5:12), o debido a la maldad de otros. La pregunta importante no es: “¿Por qué suceden cosas malas?” (estas continuarán sucediendo sea que entendamos su propósito o no). La pregunta es: “¿Cómo debemos actuar en respuesta a los problemas de la vida?”.

De manera interesante, el 12% de los encuestados no tuvo idea de lo que preguntaría a Dios. ¿No sugiere esto algo en cuanto a la vida superficial de la sociedad? Una cosa es no saber las respuestas, pero es algo completamente diferente incluso no saber lo suficiente como para hacer una pregunta sensata. Ciertamente, muchos son como ovejas que caminan sin rumbo y sin sentido de dirección o concepto de eternidad.

A una sección menor (7%) le gustaría saber si hay vida inteligente en otro lugar. Alguien cínico pudiera preguntar si realmente hay vida “inteligente” en la Tierra. Pero sí, hay vida inteligente—en el cielo, donde está Dios el Padre, Cristo, el Espíritu Santo y los ángeles. Además, hay almas conscientes de los muertos que están en el hades (el estado intermedio)—sea en el paraíso (Lucas 23:43) o en el lugar de tormento (Lucas 16:23).

Finalmente, al 6% le gustaría saber exactamente cuánto tiempo vivirá. ¿Realmente le gustaría saber esto? Esto sería como estar en el pabellón de la muerte—contando sus días hasta el tiempo de su ejecución. Además, muchos vivirían sin limitaciones, tuvieran vidas malas—ahorrando el día anterior de su muerte como el tiempo de su obediencia. ¿Qué gloria tuviera Dios en tal clase de vida? ¿Qué honor tuviera el hombre en tal clase de vida?

Lo cierto es que la Biblia contiene todas las respuestas a todas las preguntas adecuadas que tenemos en la vida. Necesitamos leer sus páginas sagradas y buscar el consejo de Quien nos hizo. Tal vez la pregunta más seria que muchos debemos considerar es la que Dios mismo puede hacer: “¿Está decidido a hacer Mi voluntad?”.