Es Difícil Vivir con el Pesimismo

Resumen

El optimismo es el estado de ánimo que nos motiva a continuar. Persevere en lo bueno, y lo bueno vendrá como resultado.

Un optimista dijo a un pesimista: “¿No crees que este es un hermoso día soleado?”. El pesimista respondió: “Pero si el calor no para pronto, toda la hierba se quemará”.

Dos días después, el optimista dijo al pesimista: “¿No crees que esta lluvia es maravillosa?”. El pesimista respondió: “Pero si no deja de llover, el agua inundará mi jardín”.

Al siguiente día, el optimista invitó al pesimista a ir a cazar patos. El optimista quería mostrarle su nuevo perro especial de cacería que podía hacer cosas que ningún otro perro podía hacer. El pesimista miró al perro y dijo: “A mí me parece un perro pulguiento”.

En ese momento, un grupo de patos pasó cerca. El optimista disparó a uno, y este cayó en medio del lago. Él chasqueó sus dedos, y su nuevo perro comenzó a correr. El perro corrió tan rápido que ni siquiera se hundió en el agua; recogió al pato en el camino sin detenerse, y regresó tan rápido como se había ido. El optimista sacó el pato del hocico del perro, miró al pesimista y preguntó: “¿Y ahora? ¿qué piensas de mi perro?”.

El pesimista respondió: “Perro tonto, ¡ni siquiera puede nadar!”.

¿Es usted como el pesimista? ¿O hay personas alrededor suyo que tienen la actitud del pesimista? Es difícil vivir con gente que constantemente mira el lado negativo de las cosas. La Biblia no usa la palabra “pesimista” u “optimista”, pero en cambio usa la palabra “fe”.

¿Por qué deberíamos ser generalmente optimistas?

  • Porque como cristianos, tenemos a un Padre todopoderoso que nos ama y que Se interesa por nosotros (Mateo 6:25-34).

  • Porque tenemos el medio de la oración, por el cual podemos llevar nuestros problemas, peticiones y retos al trono de nuestro Padre (Filipenses 4:6).

  • Porque tenemos compañeros cristianos que pueden ayudarnos (y que lo harán), usando sus recursos para brindar asistencia en los problemas que enfrentamos (Juan 13:35).

  • Porque tenemos experiencias humanas y ejemplos bíblicos que nos muestran el poder de la perseverancia (Hebreos 11).

Debemos perseverar en hacer lo bueno, y finalmente, lo bueno vendrá como resultado. El optimismo es el estado de ánimo que nos motiva a continuar. La vida será mejor. ¡Persevere!