“El Sol Se Detuvo”—¿Realmente?

Resumen

¿Qué significa la frase en Josué 10, “el sol se detuvo”? ¿Se detuvo el sol “literalmente”, o la tierra detuvo su rotación?

En armonía con la voluntad de Dios para castigar a las naciones malas de Canaán (Deuteronomio 9:5; Josué 10:8), Josué y su ejército de israelitas se involucraron en una batalla con los “cinco reyes de los amorreos” y sus ejércitos en Gabaón (Josué 10:5,10). En medio de la batalla, que se extendió en otras áreas del sur de Palestina, Josué habló al Señor y dijo: “Sol, detente en Gabaón; y tú, luna, en el valle de Ajalón” (10:12). El escritor inspirado confirmó: “Y el sol se detuvo y la luna se paró hasta que la gente se hubo vengado de sus enemigos” (10:13). Incluso de manera más enfática, el escritor testificó: “Y el sol se detuvo y la luna se paró, hasta que la gente se hubo vengado de sus enemigos. ¿No está escrito esto en el libro de Jaser? Y el sol se paró en medio del cielo, y no se apresuró a ponerse casi un día entero. Y no hubo día como aquel, ni antes ni después de él, habiendo atendido Jehová a la voz de un hombre; porque Jehová peleaba por Israel” (10:13-14).

¿Qué quiere decir la frase, “el sol se detuvo”? ¿Se detuvo el sol “literalmente” o la tierra detuvo su marcha de rotación de algo de 1,000 millas por hora para dar más tiempo a los israelitas para derrotar a sus enemigos? ¿Y qué acerca de la luna? ¿También se detuvo literalmente? ¿Qué debemos entender en cuanto a esta expresión?

Primero, ¿es posible que el mismo Dios que creó milagrosamente el universo completo pudiera detener sobrenaturalmente (y literalmente) el sol (o una parte o todas las partes del universo que deseara)?[1] ¿Pudiera el mismo Dios que hizo la luz, como también el día y la noche, sin el sol (en los primeros tres días de la creación; Génesis 1:3-19),[2] también hacer que la luna se “detuviera”?[3] ¿Fuera posible que el Creador omnipotente, Quien “sustenta todas las cosas con la palabra de su poder” (Hebreos 1:3), manipulara milagrosamente un día en la tierra según Su voluntad? ¿Fuera posible que Dios refractara la luz o creara alguna clase de luz especial para iluminar una parte de la tierra por un periodo más largo que el usual? Aunque frecuentemente los escépticos hacen burla de la idea de los milagros, en realidad, si existe un Dios sobrenatural, entonces los milagros son posibles en el marco de tiempo y propósito de Su voluntad. ¿Pudiera el Dios todopoderoso realizar un milagro astronómico a favor de los israelitas cuando enfrentaban a los ejércitos amorreos si así lo quisiera? Desde luego.

¿Pero cómo exactamente pudo Dios “detener” el sol y la luna? Lo cierto es que la Biblia no dice cómo Dios hizo ese milagro como tampoco nos dice cómo alimentó milagrosamente a miles de personas con solamente cinco panes y dos peces (Mateo 14:13-21), cómo hizo que un hacha flotara en el agua (2 Reyes 6:4-7) o cómo exactamente Jonás pudo sobrevivir tres días en el vientre de un gran pez (Jonás 1:17). La aceptación del conocimiento y poder ilimitado de Dios debería ser una explicación lógica suficiente.

Los estudiantes de la Biblia deben tener en cuenta que el libro de Josué es una composición histórica llena de personas, lugares, diálogos y eventos reales, y que está escrito en lenguaje ordinario. Josué no es un libro de profecía o poesía lleno de pasajes extensos que contienen lenguaje figurado. Nada en Josué 10 sugiere que se debería interpretar el relato de manera simbólica. Pero habiendo dicho esto, también se debe tener en cuenta que un elemento común del habla y escritura “regular”, tanto en los tiempos bíblicos como en el presente, es la descripción de cosas de la manera que aparecen (y no necesariamente de la manera científica precisa en la cual se las puede describir en una clase de astronomía, geometría o química). Ya que a todos en la tierra (tanto en los tiempos bíblicos y ahora) les parece que el sol se mueve de este a oeste, por mucho tiempo el hombre ha hecho referencia a la salida y puesta del sol (aunque, técnicamente, lo que vemos es el resultado de la rotación de la tierra en su eje). ¿Pudiera ser que el milagro que Dios realizó en Josué 10 tuviera menos que ver con el sol de lo que se piensa? Ciertamente, como el erudito en hebreo Justin Rogers ha comentado: “En realidad, les pareció a ellos que ‘el sol se detuvo en medio del cielo’. Este es un uso claro de lenguaje fenomenal, y simplemente significa que este día fue inusualmente largo. Se detuvo milagrosamente la luz del día para permitir que el ejército de Dios tuviera tiempo para conquistar a sus enemigos”.[4] Dios no reveló la manera específica en que escogió realizar este milagro maravilloso, pero nosotros podemos tener la seguridad de que esto sucedió y que fue impresionante. De hecho, “no hubo día como aquel, ni antes ni después de él, habiendo atendido Jehová a la voz de un hombre” (Josué 10:14).[5]

Referencias

[1] El sol se mueve literalmente. Rota alrededor de cada 27 días en su ecuador (www.nasa.gov/sun) mientras viaja a través de la Vía Láctea aproximadamente a 514,000 millas por hora (starchild.gsfc.nasa.gov/docs/StarChild/questions/question18.html).

[2] Considere que el “Padre de las luces” (Santiago 1:17). Quien es “luz” (1 Juan 1:5), pudo crear luz fácilmente sin primero haber creado el sol, la luna y las estrellas. Así como pudo crear árboles de fruto sin necesidad de semilla en el tercer día, pudo producir luz sobrenaturalmente en el primer día sin los portadores “usuales” de luz (que fueron creados en el cuarto día).

[3] La luna también rota en su eje y se mueve alrededor de la tierra (moon.nasa.gov/about/in-depth).

[4] Rogers, Justin (2017), “¿Enseña la Biblia que la Tierra Es Plana?” [“Does the Bible Teach a Flat Earth?”] Reason & Revelation, julio, 37[7]:74-77, apologeticspress.org/APContent.aspx?category=11&article=5428&topic=82, énfasis en original.

[5] Por muchos años ha circulado una historia en el internet que sugiere que la NASA ha descubierto el “día perdido” de Josué. Esta historia es falsa. Aunque algunos (tales como C.A.L. Totten y Harry Rimmer) han declarado haber descubierto un “día perdido” (con relación a Josué 10), sus cálculos y conclusiones contradictorias son muy cuestionables y carecen de prueba. Rimmer incluso ha ido tan lejos como para declarar que podemos “llegar a la conclusión de que el día de la batalla fue martes…, julio 22” [Rimmer (1944) La Armonía de la Ciencia y la Escritura [The Harmony of Science and Scripture] (Grand Rapids, MI: Eerdmans), pp. 251-283].