El Lado Femenino de la Iglesia

Resumen

Las mujeres que sirven a Dios con sus propios talentos fortalecerán grandemente el trabajo de la iglesia del Señor.

Frecuentemente se ha ignorado, menospreciado e incluso devaluado a la mujer; pero las mujeres son irremplazables. Una vez alguien preguntó a Mark Twain: “En un mundo sin mujeres, ¿qué llegarían a ser los hombres?”. Twain respondió: “Escasos; muy escasos”.

Dios usó a grandes mujeres en el Antiguo Testamento para lograr Sus propósitos.

En Génesis 2:22-24, Dios hizo a Adán y Eva iguales. Desde ese día en adelante, la belleza y encanto de la mujer de Dios ha cautivado el corazón del hombre.

Piense en Sara, la esposa de Abraham. Piense en todo lo que experimentó. Se probó su fe tanto como la de Abraham. Hay muchas mujeres “detrás de la escena” que ayudaron a los hombres de Dios a hacer lo que hicieron. Cuando Dios usa a una mujer para cumplir un rol principal en Su plan, no lo hace porque sea Su último recurso, sino porque tal mujer es la mejor persona en tal momento para tal trabajo.

Dios usó a grandes mujeres en el Nuevo Testamento.

Se ha llamado al evangelio de Lucas “El Evangelio de las Mujeres” ya que él presentó a muchas mujeres que estuvieron involucradas en el ministerio terrenal de Jesús (Lucas 8:1-3). Estas mujeres sirvieron a Jesús con sus manos e incluso sus finanzas. Siguieron a Jesús donde iba. Recorrieron la Vía Dolorosa—el camino a la cruz—hasta el Gólgota. Estuvieron presentes hasta el final de la escena de la cruz y desde el comienzo en la escena de la tumba vacía. Fueron las primeras en escuchar el mensaje del Evangelio: “No está aquí, pues ha resucitado” (Mateo 28:6).

El poder de las mujeres puede edificar una gran familia y una gran iglesia. ¿Qué pueden hacer las mujeres en la iglesia?

  1. Pueden ser ejemplo en la conservación de la unidad cristiana.

  2. Pueden realizar gran trabajo en la enseñanza de niños.

  3. Pueden realizar gran trabajo a favor de los ancianos y enfermos (Hechos 9:36).

  4. Pueden realizar el trabajo de la visitación.

  5. Pueden liderar el camino en la enseñanza de otras mujeres (Tito 2:3-5).

  6. Pueden guiar a otros a la salvación (Hechos 18:26; Romanos 16:3).

  7. Pueden ser ejemplos de hospitalidad (Romanos 12:13).

  8. Pueden ser ejemplos al tener vidas espirituales y devotas.

  9. Pueden asegurarse de que los visitantes a los servicios reciban una bienvenida afectuosa.

  10. Pueden brindar ánimo y consuelo.

Sin embargo, Dios ha puesto límites en lo que las mujeres pueden hacer.

Los textos fundamentales en este respecto son 1 Corintios 14:34-35 y 1 Timoteo 2:11-12; se debe observar que estos textos lidian con el rol de los hombres y las mujeres, no con su valor o importancia ante Dios (Gálatas 3:28). Adicionalmente, se debe señalar brevemente que no hay fundamento para limitar estos pasajes a la cultura del primer siglo simplemente para conformarse a la sociedad feminista moderna.

Las mujeres que sirven a Dios con sus propios talentos fortalecerán grandemente el trabajo de la iglesia del Señor.