Como Jesús no hay otro amigo

Resumen

Nunca podremos encontrar otro amigo como el fiel Jesús. La pregunta que queda es: ¿Qué clase de amigo será para Jesús?

Nadie tiene mayor amor que este, que uno ponga su vida por sus amigos (Juan 15:13).

Se ha dicho que, si encuentra un verdadero amigo en la vida, es afortunado. La mayoría de nosotros ha experimentado el dolor de la traición en manos de un «amigo». Puede ser difícil saber si tal persona realmente fue nuestro amigo o si escondió su verdadero carácter por mucho tiempo. La parte difícil de la amistad humana es que no podemos conocer completamente el corazón de la gente (cf. 1 Corintios 2:11), así que nunca podremos saber con seguridad qué pasó en una situación de traición. Sin embargo, hay amigos verdaderos en la vida, y cuando llegamos a tener prueba de esto, debemos estar agradecidos.

La buena noticia es que todos nosotros tenemos al Amigo más verás que está esperando demostrar Su dedicación inquebrantable a favor nuestro. Si tenemos dudas de la veracidad Sus declaraciones, debemos considerar la extensión a la cual ha ido para salvarnos de la condenación eterna. Hay varios pasajes que abordan este tema, pero consideraremos solamente dos.

Filipenses 2:1-11

En este texto, Pablo instó a los cristianos filipenses a considerar a los demás teniendo en cuenta el autosacrificio de Jesús como nuestra motivación. Una de las dificultades en la amistad verdadera es quitar el enfoque en uno mismo. Todos tenemos deseos y preferencias en la vida. Todos los que han criado hijos (o están criándolos) entienden que la abnegación es una cualidad que se aprende, y que se aprende con gran dificultad. Tristemente, mucha gente nunca llega a vencer el deseo de tener el primer lugar, incluso si esto causa daño a los demás. Uno de los problemas en este respecto es que nuestro orgullo nos hace sentir que tenemos el derecho a ciertas cosas.

El Señor es el único que tiene derecho inherente. Él es el Creador y Sustentador de todo el cosmos (cf. Juan 1:3; Colosenses 1:16; Hebreos 1:1-3). Él es el único que ha tenido una vida impecable (2 Corintios 5:21; Hebreos 4:14-16; 1 Pedro 2:22). Él es el Rey de reyes y Señor de señores (1 Timoteo 6:15-16). Sin embargo, Él Se humilló, tomó la forma de siervo (literalmente, un esclavo) y Se dio a Sí mismo en la muerte de la cruz por usted y por mí. El punto de Pablo es este: Si Dios el Hijo estuvo dispuesto a dejar Su posición digna en gloria para sufrir y morir por nuestros pecados, ciertamente nosotros podemos aprender a servir a los demás de manera verdadera y consistente.

Hebreos 2:5-18

Después de demostrar la supremacía incuestionable de Jesús sobre los ángeles, el escritor de Hebreos describió la manera en que Jesús, voluntariamente, Se hizo menor que ellos por algún tiempo para hacer lo que no podíamos hacer por nosotros mismos. La clave que se aplica a nuestra discusión es el énfasis en Su sufrimiento que Le permitió ser la ayuda en nuestras necesidades. Hebreos 2:17 revela la necesidad que Él tenía de llegar a ser como nosotros con el fin de ser un Sumo Sacerdote misericordioso y fiel. Era imposible que fuera el Mediador de nosotros ante la presencia de Dios sin haber experimentado completamente la condición humana. Nosotros somos bendecidos en tener un Sumo Sacerdote que entiende completamente nuestros ruegos y que quiere ayudarnos.

Realmente es difícil encontrar amigos que estarán con nosotros en los tiempos buenos y malos. Al final de cuentas, incluso los mejores amigos nos pueden fallar debido a la ignorancia o la debilidad. Por otra parte, Jesús nunca nos fallará. Hebreos 13:8 asegura que Él nunca cambia. Pablo escribió en 2 Timoteo 1:12: «yo sé a quién he creído, y estoy seguro que es poderoso para guardar mi depósito para aquel día». Por mucho que tratemos, nunca encontraremos otro amigo como el fiel Jesús. La pregunta que queda es: «¿Qué clase de amigo será para Jesús (cf. Juan 15:13-14)?