El Amor de Dios y el Castigo Capital

Pregunta:

“Si Dios es perfecto en amor, ¿por qué tuvo que castigar con la muerte a ciertas personas en el tiempo antiguo?”.

Respuesta:

Dios es perfecto en amor; en realidad, Él es la perfección del amor (1 Juan 4:8). Pero Dios no solamente es perfecto en amor, sino es perfecto en todos Sus atributos divinos; es decir, es perfecto en amor, poder, conocimiento, etc. Si este es el caso, ¿por qué castigó a ciertas personas con la muerte, y fundamentalmente, por qué castigará en el Juicio Final a muchos más con la muerte eterna? La respuesta es: porque Dios también es perfecto en justicia (Deuteronomio 32:4).

A diferencia del pensamiento popular, el castigo corporal o capital no es necesariamente contrario al amor o la perfección de Dios (vea Miller, 2013). De hecho, si alguien viola, tortura o mata a alguien, ¿no merece ser castigado? Adolfo Hitler (un líder alemán nazi) y sus aliados mataron a millones de judíos, polacos y otras razas consideradas “inferiores” (“El Holocausto”, s.d.). ¿Merecían ser castigados? Los tribunales militares ciertamente concluyeron que los perpetradores de tal maldad debían serlo (MacKinnon, 2013, p. 56). En el fondo, ¿pudiera la justicia ser “justa” y rechazar castigar a los criminales?

Ahora, ¿qué acerca de Dios? Dios es justo, siempre lo ha sido y siempre lo será. Por ende, en tiempos bíblicos antiguos, cuando escogió lidiar con la humanidad de una forma más directa (Hebreos 1:1-2), tuvo que castigar (y a veces con la muerte) a aquellos que cometían maldad. Sin embargo, Dios no quiere que el malo continúe en su maldad y sea castigado; Él dice: “¿Quiero yo la muerte del impío?... ¿No vivirá, si se apartare de sus caminos?” (Ezequiel 18:23; cf. 33:11).

¿Qué razones pudo tener Dios para recurrir a la pena capital como castigo para ciertas personas? Se puede presentar las siguientes razones:

  • A veces esta es la única forma de eliminar el mal que puede contaminar a otros (ejemplo: para que una infección no continúe extendiéndose, un doctor puede decidir cortar la pierna de un paciente; ¡simplemente no hay otra solución!). Moral y espiritualmente, esto puede aplicarse a aquellos que nunca cambiarán, cuya maldad e influencia afectarán negativamente el bienestar físico o espiritual de otros (cf. Deuteronomio 13:4-5; 17:6-7; 19:18-20; 22:22-25; 24:7).
  • Dios es el Creador de la vida (Zacarías 12:1), así que es el Único que fundamentalmente tiene derecho a quitarla (aunque Él también autoriza esto al gobierno civil—Romanos 13). Por tanto, Él puede decidir quitar la vida a alguien según Sus propósitos santos. (En adición y contraste a la pena capital, Dios también permitió que algunas personas murieran como un acto de misericordia—para evitar el sufrimiento extremo continuo o futuro [cf. Isaías 57:1]).
  • Algunos pecados tienen consecuencias físicas, y aunque Dios perdone, ya que es justo, el pecador debe pagar por su crimen (cf. Hechos 25:11). En ocasiones, Dios tuvo que decretar la pena capital incluso para Sus propios siervos (cf. Deuteronomio 34; 1 Reyes 13).
  • Dios usó la pena capital como una fuerza disuasoria para evitar que otros cometan los mismos males (Deuteronomio 19:15-20). Lo cierto es que si no hubiera castigo severo, entonces tampoco hubiera temor reverente ante el mal (cf. Eclesiastés 8:11).

Dios es amor, pero también fuego consumidor (Deuteronomio 4:24) y vengador fundamental del mal (1 Tesalonicenses 4:6). Ya que es perfecto en justicia, ha instituido al gobierno para castigar a los malos (Romanos 13:4), y en ocasiones, a través de la historia humana, Él mismo ha ejercido sentencia capital santa sobre algunas personas perversas.

Referencias

“El Holocausto” (sine data), Museo Memorial del Holocausto de los Estados Unidos, http://www.ushmm.org/wlc/es/article.php?ModuleId=10005751.

Miller, Dave (2013), “La Pena Capital y la Biblia”, EB Global, http://www.ebglobal.org/inicio/la-pena-capital-y-la-biblia.

MacKinnon, Barbara (2013), Etica: Teoría y Temas Contemporáneos [Ethics: Theory and Contemporary Issues] (Boston, MA: Wadsworth).