Los Dos Deudores

Lectura bíblica recomendada: Lucas 7:36-50

Introducción

A. Una de las características más interesantes del evangelio de Lucas es el empleo frecuente de contrastes entre personas, como María y Marta, el rico y Lázaro, y el publicano y el fariseo.

B. En Lucas 7, encontramos otro contraste entre un fariseo llamado Simón y una mujer que entró sin ser invitada a la casa de Simón para ver a Jesús.

Exposición

I. Note el contraste agudo entre estos dos personajes.

A. La mujer tenía fe; Simón tenía dudas (Lucas 7:39,49-50).

B. Simón tenía gran oportunidad pero no hizo nada; la mujer tenía poca oportunidad pero hizo lo que pudo (Lucas 7:44-46).

C. La mujer reconoció su propia falta de mérito; Simón no lo hizo (Lucas 7:34,38-39,49; cf. Lucas 18:11-14).

II. Consideremos algunas lecciones que podemos aprender de esta historia.

A. Sin importar cuán buenos pensemos que somos, todos necesitamos el perdón (Lucas 7:41-42; cf. Romanos 3:23; 1 Juan 1:8).

B. Sin importar cuán profundamente hayamos estado sumidos en el pecado, Jesús siempre nos perdonará si regresamos en arrepentimiento (Lucas 7:39,47; cf. 1 Timoteo 1:15).

C. La salvación es por gracia a través de la fe, no a través de nuestros propios méritos (Lucas 16:15; Gálatas 3:11; Efesios 2:8-9).

D. El amor es la motivación más grande que existe (Lucas 7:47; cf. Mateo 22:37-40; Romanos 13:8-10; 1 Corintios 13:3).

Conclusión

A. Si no llegamos a entender lo terrible que el pecado es, nunca podremos apreciar completamente lo que el Señor ha hecho por nosotros.

B. Jesús ha pagado una deuda que no podemos pagar por nosotros mismos, y el amor demanda que Le demos nada menos que la medida más grande de nuestra devoción. ¡Jesús no es solamente nuestra mejor esperanza; Él es nuestra única esperanza!