El Rey Victorioso

Lectura bíblica recomendada: Mateo 26:26-29

Introducción

A. En el primero de los cuatro evangelios, Mateo presenta una descripción de un Rey cuyo reino fue malentendido grandemente.

B. Aunque Jesús no fue la clase de rey que la nación judía esperaba, fue el único Rey que podía guiarle a la victoria.

Exposición

I. Las horas finales de Jesús en la Tierra no lucieron como una victoria.

A. Sus amigos más cercanos Le negaron y traicionaron (Mateo 26:56,69-75; 26:14-16).

B. Por un periodo de tiempo Él había hablado de un tipo de “derrota” (Mateo 16:21; 26:2,11-12,28).

C. Cuando se Le arrestó y procesó, no ofreció resistencia ni defensa (Mateo 26:51-54; cf. Isaías 53:7).

D. Cuando fue presentado delante de la gente que previamente Le había aclamado como profeta, ellos Le rechazaron (Mateo 21:8-11; cf. 27:20-21).

E. En la cruz, murió rápidamente (Marcos 15:44; Juan 19:31-34).

F. Para la mayoría, parecía que Dios realmente había abandonado a este Hombre moribundo (Mateo 27:42; cf. Isaías 53:3-4).

II. A pesar de las apariencias, Jesús triunfó de manera gloriosa en la cruz.

A. Prometió victoria a pesar de Su muerte inevitable (Mateo 26:29,64).

B. Triunfó sobre la carne (cf. Mateo 26:41).

C. Triunfó sobre el pecado (Romanos 5:9; 6:4; 8:1-4).

D. Triunfó sobre la muerte (1 Corintios 15:56-57).

Conclusión

A. De manera remarcable, la cruz ha llegado a representar la victoria más grande de todos los tiempos (Gálatas 6:14; Efesios 2:15-16; Colosenses 2:11-15).

B. El gran Rey está dispuesto a compartir Su victoria con todos los que responden con fe a Su invitación (Apocalipsis 22:17).