¿Partes del Cuerpo Humano para Venta?

Ocasionalmente, tropezamos con historias que parecen tan horrendas que suponemos que deben ser mitos urbanos o bromas pesadas del Internet. Pero esta vez la historia parece ser real. The Times, un diario principal del Reino Unido, reportó que un instituto médico en Ucrania está vendiendo partes del cuerpo de fetos en un sitio Web—partes del cuerpo que ellos argumentan que serían desechadas de todas formas. Jeremy Page y sus coautores Sam Lister y Anthony Browne señalaron: “Tatyana Zakharova movía su cabeza mientras deslizaba su dedo revisando la página y leyendo los productos en oferta. ‘Células de bazo de feto, fragmentos de columna vertebral de feto, células de hígado de feto...’” (2005). El Instituto por los Problemas de Criobiología y Criomedicina de la Academia Nacional de Ciencias de Ucrania ofrece estas partes del cuerpo y otras más en su sitio Web (www.celltransplantation.iatp.org.ua/specialist.htm—sitio en idioma ucraniano).

Mucha de la presión por vender partes del cuerpo de fetos viene de la investigación de la célula del tallo y la cosmética. En muchos países, el único valor que los fetos reciben se debe a las células del tallo que poseen inherentemente. Muchos países no-controlados buscan maneras de satisfacer “la oferta y la demanda”. Adicionalmente, se usa los fetos en la industria cosmética de Europa Oriental, donde la “terapia de la célula del tallo fetal” ha emergido como una manera potencial de evitar la vejez. Se supone que esta terapia de inyección revierte las arrugas y da a la piel una apariencia más juvenil—pero ¿a qué precio?

De hecho, los norteamericanos hemos atestiguado la manera en que el valor inherente de la vida humana ha ido declinando. Se mata al inocente a través del aborto legalizado, las prácticas de fertilización que dan como resultados embriones que posteriormente se destruyen, y la investigación de la célula del tallo embrionaria. También se extingue la vida de los ancianos a través de la eutanasia en los estados como Oregon, donde esta práctica ha sido legal desde 1994. Nuestros hijos escuchan reportes noticieros acerca de tiroteos debido a algo tan trivial como un par de zapatillas. Las aulas de las escuelas públicas enseñan dogmáticamente que nosotros compartimos un antepasado común con los simios. Entonces, ¿es una sorpresa que el valor de la vida humana continúe hundiéndose rápidamente en terreno pantanoso? Si buscamos honestamente la evidencia de la razón por la cual no deberíamos proseguir con la investigación de la célula del tallo embrionaria, podremos encontrarla en estos sucesos.

El Instituto ucraniano argumenta que sus “materiales” son producidos legalmente usando fetos abortados en una etapa temprana, los cuales serían desechados como “biodesperdicio”. [Designar al tejido del cuerpo de humanos no-nacidos como “material” no cambia el hecho de que el tejido para venta haya venido de bebés vivos en la matriz]. Sin embargo, ahora se está cuestionando sus procedimientos y éticas. Como Page y asociados observaron, “ahora se está analizando su investigación altamente especializada y controversial después de nuevas acusaciones de que los bebés vivos—o sus cuerpos muertos—han desaparecido de los hospitales de maternidad en Kharkov” (2005, énfasis añadido). Ellos continuaron:

Bajo la ley ucraniana, se considera automáticamente abortos, en vez de nacimientos, a los bebés nacidos antes de las 27 semanas o que pesan menos de 1 kg. (2 libras 3 onzas). Por tanto, no se los registra oficialmente, sino se los separa de sus madres y no se los devuelve (2005).

Juliya Kopeika, una doctora que anteriormente trabajaba en el instituto, explicó que “hace mucho tiempo los científicos ucranianos en el campo han estado beneficiándose de este enfoque más relajado de los temas éticos. ‘A menudo ni siquiera se pregunta a los padres si se puede usar el material. Esa es la razón por la cual ellos han tenido mucho más acceso en Ucrania que aquí en Bretaña’” (2005).

Muchos cristianos no creen que sea un problema que los investigadores realicen la investigación de la célula del tallo con embriones humanos. Ellos argumentan que este campo brinda esperanza para las personas que sufren de males crónicos. Pero al hacerlo, ellos colocan la importancia y la comodidad de una persona sobre la de aquellas vidas que se usan en el proceso de experimentación. Desafortunadamente, muchos han olvidado la santidad de la vida humana. Ya no se considera a la vida como “dada por Dios” (Hechos 17:25). ¿Puede alguien argumentar razonablemente que la venta de partes del cuerpo humano está en armonía con la voluntad de Dios? ¿Cuánto más podemos deslizarnos?

Referencia

Page, Jeremy, et.al. (2005), “El Instituto de Investigación que Comercializa Partes del Cuerpo de Fetos por Internet” [“The Research Institute that Advertises Fetus Body Parts on Internet”], The Times, http://www.timesonline.co.uk/article/0,,13509-1773726,00.html.