¿Es la Iglesia de Cristo una Denominación?

Pregunta:

“Se me ha preguntado en diferentes ocasiones a qué denominación pertenezco. Esta pregunta me ha dejado algo confuso. ¿Es la iglesia de Cristo una denominación?”.

Respuesta:

Frecuentemente, después de preguntar “¿Es usted cristiano?”, la gente pregunta, “¿A qué denominación pertenece?”.

La palabra “denominación” no se encuentra en la Biblia, y la idea se basa en el sectarismo y la división. “Denominación” no es solamente un nombre casual, sino es una elección a separarse de los creyentes que no comparten las mismas doctrinas sectarias. Las denominaciones religiosas son divisiones entre personas que pueden reclamar seguir al mismo Señor y a la misma Biblia pero que no pueden ponerse de acuerdo a causa de su denominación.

Cuando Jesús oró por Sus apóstoles antes de Su arresto, dijo, “Mas no ruego solamente por éstos, sino también por los que han de creer en mí por la palabra de ellos, para que todos sean uno; como tú, oh Padre, en mí, y yo en ti, que también ellos sean uno en nosotros; para que el mundo crea que tú me enviaste” (Juan 17:20-21). Jesús deseaba la unidad entre Sus apóstoles y todos los que creerían en la enseñanza de los apóstoles (sea a través de su predicación o escritos). Esta unidad no es posible mientras el sistema denominacional exista.

Se ha desarrollado el sistema denominacional con varios credos, manuales, guías, jerarquías y estructuras de organización, los cuales han llegado a ser más complejos con el tiempo. Años atrás muchas personas entendieron que el sistema denominacional era una violación a la voluntad de Dios y buscaron abandonar las denominaciones para poder restaurar la iglesia de Cristo “no-denominacional” del Nuevo Testamento. Ellos creyeron que al ser solamente cristianos, sin estar asociados a ninguna denominación, podían servir mejor a Dios. Por esta razón las iglesias de Cristo no son denominacionales. Nosotros no tenemos otro credo aparte de la Biblia, no tenemos jerarquía denominacional o eclesiástica sobre la congregación local, y no tenemos otra autoridad de fe y práctica aparte de la Biblia. No somos “cristianos denominacionales”, sino solamente cristianos.

La “semilla” del denominacionalismo estaba en la iglesia en Corinto. Pablo escribió, “[H]e sido informado acerca de vosotros, hermanos míos, por los de Cloé, que hay entre vosotros contiendas. Quiero decir, que cada uno de vosotros dice: Yo soy de Pablo; y yo de Apolos; y yo de Cefas; y yo de Cristo” (1 Corintios 1:11-12). Algunos no estaban satisfechos de ser solamente cristianos, sino querían ser “cristianos paulinos”, o “cristianos apolíneos”, o “cristianos petrinos”. Pablo preguntó, “¿Acaso está dividido Cristo? ¿Fue crucificado Pablo por vosotros? ¿O fuisteis bautizados en el nombre de Pablo?” (1:13). Ellos habían dividido a la iglesia en grupos discordantes. Pablo enfatizó la seriedad de la situación al decir que él estaba agradecido que solamente había bautizado a unos pocos en Corinto, así que muy pocos podían clamar seguirle en vez de a Cristo (1:14-16). ¿A qué denominación pertenecieron Pedro y Pablo? ¡A ninguna! Ellos fueron solamente cristianos.

Si la iglesia de Cristo es verdaderamente la iglesia de la cual leemos en el Nuevo Testamento, entonces no puede ser una denominación.